jueves, 25 de octubre de 2018

Lo malo de octubre

Lo malo de octubre son las historias;
los silencios muy secos, muy huecos,
porque todo se muere, todo cruje, todo es gris...
Todo es en tonos blanco y negro...
y cuando aparece el naranja rojizo de las tardes,
revivimos lo que por dentro nos arde.

Reverencia obligada,
demencia restaurada.
El viento frío y polvoso,
el andar viejo y andrajoso...

Lo malo de octubre es que hay que cubrirse,
porque pica y quema, seca y truena...

Retumban los ecos calendarios,
los funerales ámbar,
los abismos de luto,
los bosques hondos en el corazón,
los besos nodados...

Lo malo de octubre son las historias;
los silencios muy secos, muy huecos,
porque en octubre todo muerde,
caen las hojas del otoño, crujen y mueren...

Lo malo de octubre es que hay que cubrirse,
porque pica y quema, seca y truena...

Y vamos pidiendo dulces risas
con los cadáveres rodando y el viento no deja paz.
Lo malo de octubre es que también se va y nos deja atrás...
y nos avienta nuevas realidades, universos, contextos, banalidades...
y de nuevo octubre y su otoño lo barren y secan con todo...