miércoles, 17 de abril de 2019

De muertos y migrantes.


Basado en el poema de Martin Niemöller (1892-1984) – Primero vinieron…

Sucedió la guerra y yo no hice algo porque no había nacido
Sucedieron los tsunamis, murió mucha gente y yo no hice algo porque no soy de oriente
Sucedieron los terremotos en Chile y México y yo no hice algo porque no soy chilango

Hubo masacres en  escuelas de Estados Unidos, murieron muchos estudiantes y yo no hice algo porque no estudio en el otro lado
Mataron a los cuarenta y tres estudiantes de Ayotzinapa y yo no hice algo porque no era normalista
Mataron a muchas mujeres en CD. Juárez y yo no hice algo porque no soy policía, ni mujer

Doce millones de africanos cruzaron el Atlántico a Brasil y Centroamérica
Primera Guerra Mundial ocho millones
Segunda Guerra Mundial treinta millones
De la Guerra Civil Española un millón a Francia y América Latina
La Alemania nazi doce millones entre polacos, franceses, belgas y holandeses para trabajos forzados
Judíos de la Unión Soviética, Polonia, Austria y Alemania llegaron a América

Conflictos religiosos obligaron a moverse a diez y seis millones de pakistaníes, indios y musulmanes
Cuatro millones entre las dos coreas
Palestina, Jordania, Siria y Líbano
Millones de italianos, españoles y portugueses a Canadá, Australia, Argentina y Uruguay
Ingleses a Estados Unidos, Las Trece Colonias

La lista es larga: Muchos países donde han obligado a morir o moverse a su gente…

Vamos con las ciudades:
El Chaco, Las Pampas, La Patagonia, Buenos Aires, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Florida, Massachusetts… ciento dos cristianos ingleses llegaron a Plymouth en el barco Mayflower
Los recibió la tribu Wampanoag…
Al año comieron guajolote y dieron gracias por las cosechas y el asilo
Yo, no como pavo ni doy gracias, porque no soy peregrino.

A Tijuana llegaron los haitianos y yo no hice algo porque no  me importaban
A mi frontera llegaron hondureños, nicaragüenses y guatemaltecos.
Donald Trump y tijuanenses llenos de miedo y odio los mataron y yo no hice algo porque no he tenido la necesidad de migrar

Luego, vinieron por mí y todo el mundo estaba muerto entre fronteras, naciones e ignorancia y ya no había alguien que hiciera algo por mí.

domingo, 7 de abril de 2019

Te etiquetan

Te dan un género, un nombre y un apodo.
Te suman el apellido, te peinan, te asignan un color con el que te ves bien. 

Luego de mutilar tu nombre en apodos. 
Te quitan los apellidos que ellos mismos te habían dado 
y le cambian una letra...
Te dejan tu inicial. La pronuncian en inglés. 
Te quitan tu lengua madre.

Dónde vives, por dónde andas y con quién para decirte quién eres.
Qué actos buenos ejecutas para ver si te disfrutan.
Y te llaman bueno porque les sirves, porque sí, les gustas...
 pero solo por un rato, porque solo eres un sujeto a etiquetar. 

Y va a ser que no. 
No te van a querer 
Te van a juzgar por las drogas que te metes.
Las mujeres con las que te comprometes.
Las veces que te equivocaste. 

Te van a apreciar, tal vez, si los entretienes.
Te van a querer, tal vez, si te defiendes. 
Te van a etiquetar: 

Buen novio, buen esposo, buen padre.
Buen partido, buen amante, pasable...

¿Licenciado en qué?
¿Tienes maestría?
¿Trabajas en dónde? 
¿De Izquierda o de Derechas?
¿Con azúcar o sin azúcar?
¿Rubia o morena? Y en eso de la mujer te van a ampliar el dilema, trilema.
Porque tienes que escoger y te dicen como decidiendo por ti: La pelirroja.
Quieren saber por quién te quieres morir para tallártelo el resto de tu zoológica vida. 

Te hacen aceptar que te vas a morir: ¡Todos vamos a morir! ¡A todos nos va a pasar!
Puede ser de viejo cansado o tal vez algún día se lea en el periódico: 
Asesinan al activista,
politiquillo loco,
pedazo de anarquista,
rockero drogadicto,
el vagabundo artista,
líder y poeta,
tremenda la etiqueta.

Te pongas la cara que te pongas... todos nos vamos a morir
El color con el que te tiñes.
El fusil de tu bandera. 
Te van a decir que tienes que luchar por algo, te van a mandar a la guerra, su guerra. 
Y te van a poner un rango
Cuánto ganas
Qué conduces
A quién llevas de la mano. 

Eres un producto
Tienes una marca
En tu cumpleaños está implícita tu fecha de caducidad
Tienes de frente luces neón, cámaras flashes, redes sociales. 

Te viene arrastrando un código de barras de recuerdos que muerden. 
Te crees que tienes tatuajes o que los vas a tener.
Ellos te tienen. 
Te ponen en venta
Tienes un precio, eres un producto. 
Te etiquetan
Te meten en un frasco
Te empaquetan
Te etiquetan.
Te dan una nalgada y vas pa´l mundo.