jueves, 5 de enero de 2023

MÁSCARAS

Somos cajas, archivos de perversiones...

traumas huyendo de terapia.

Vemos la guerra tan lejos,

que la propia la llenamos de cafeína,

heroínas, cocaína...

nicotina, alcoholes, pastillas,

doctrinas, salidas, propinas...

El recuerdo vago de su saliva...

Somo adictos/amantes de los callejones sin salida.


No somos iguales, no somos normales, no somos carnales.

Ni mucho menos nos hacemos responsables,

ni cuando hay problemas ni cuando se asoma el sable.

Comunidad detestable, estirpe barata,

tu destino te lo cuenta una baraja...

Yo no me trago el tintineo de tus alhajas

¡Hipócrita, cha-chalaca!

La comedia ayuda a aliviar la tragedia.

Alegres y drogados se nos acomodan mejor las máscaras.

domingo, 18 de julio de 2021

Cuarentena

Me he intentado contagiar de ti

a través de los labios que dejaste pintados en tu taza favorita

alguna sudadera mía todavía huele a ti 

me gusta remover el polvo de las superficies y verlo caer de nuevo es como si bailaran tus virus en el

 viento y otra vez te tengo aquí 

el espacio en la cama tu espacio se sigue intacto 

duermo así a su lado y es peor que el piso como asfalto 

confieso que use tu cepillo de dientes para ver si me muerdes 

hice un anillo de los cabellos que recolecte de las ligas que se te fueron cayendo, 

sí, colecciono esas cosas tus servilletas de los tacos tus vasos de café las envolturas de tus chicles toda

 tu basura son tesoros de esta locura 


te consumo en el recuerdo y te esfumó en el olvido 

que si el mundo está podrido pues morir en ti es lo único que quiero 

quiero tus gérmenes tus envoltorios y bacterias 

quiero tus crímenes tus microbios todo por mis arterias 

me he intentado contagiar de ti aún sabiendo que te vacunaste contra mí.

domingo, 9 de agosto de 2020

Yo olvidé todo eso

Yo olvidé todo eso…

No recuerdo… Por conveniencia, que fui yo quien defraudó primero…

Que tú perdonaste y juntos seguimos adelante

Y de nuevo, fui yo quien le prendió fuego…

Yo olvidé todo eso…

Olvidé también el cincelado de tu cuerpo,

La sonrisa a mano que te dibujaron los bosques…

Ese andar tan tuyo por los huertos que solo tú conoces…

Olvidé el aroma de tu cabello que se desprende después de bailar con el viento.

Olvidé, también, las maromas de muñeco aporcelanado del que pretende, pues, acomodar un sentimiento.

Olvidé todo, el sabor de tus labios, la posición de tus lunares extraños.

El final de tu espalda y cómo tus abrazos me calman.

Las gotitas de sudor que se te resbalan por detrás del cuello…

Mucho sol, abrigo y sombrero…

Olvidé también que sin tus lentes no ves bien

 y que con ellos te ves bien,

pero aquellos dicen: te ves bien sin ellos.

Y entonces juegas al juego que llamas ensayo sobre la ceguera intentando ver bien sin lentes porque te ves bien sin ellos dicen aquellos…

Olvidé que reíamos juntos de todas estas palabras, las cosas extrañas y una que otra maraña

Bueno, olvidé también que… tú no existes.


jueves, 9 de julio de 2020

Adicto

Soy adicto a esa salecita de mar que se escoce con tu sudor

A la canela picante de tus caderas

Soy adicto a tus orejas

A nuestros días extraños...

 

Soy adicto a la cascadita de tus pechos.

A los maizales de tu vientre

Las cataratas de tus muslos

A las lagunas de tu entrepierna

 

Los temblores de tu pasión.

En tus hombros un caracol

El descenso de tu espalda

El desliz de tus nalgas

Un sismo tus gemidos

La brisa de tu perineo

Las minas en los poros de tu piel

Los riscos en los vellos de tu miel

 

Soy adicto de tus brazos

Al timbre de tu voz

A la mera comisura de tus labios

Del sabor de tus piernas

Del aroma de tus cabellos

A lo húmedo de tu lengua

A tus besos que saben a fresa tierna

Al tono de tus sonidos


Soy adicto al universo de tus ojos

A tu ser o parecer

A lo que dices cuando callas

A lo que gritas cuando sonríes

A las huellas de tus pies

A tu basura

A las decisiones tuyas

 

Soy adicto a tus imperfecciones

A tus frías emociones

A tu primera mirada al despertar

De tu puchero cuando lloras

Al bostezo de tu sueño cuando te acabas

A tu flojera para maquillarte

A tu locura sencilla

A la desfigura de tu rodilla

 

Soy adicto a tus rastros de azufre 

Al lunar escondido en tu palma derecha

A tus labios delgados

Tu boca pequeña

Tus explicaciones cortas…

A esa carnita de tu labio inferior

A la cosquilla que me pica la lengua al navegar en tus orillas

A los abismos de bruma electrizante de tu interior

Soy adicto, a ese lunar que tienes… en la mejilla…

 


miércoles, 17 de abril de 2019

De muertos y migrantes.


Basado en el poema de Martin Niemöller (1892-1984) – Primero vinieron…

Sucedió la guerra y yo no hice algo porque no había nacido
Sucedieron los tsunamis, murió mucha gente y yo no hice algo porque no soy de oriente
Sucedieron los terremotos en Chile y México y yo no hice algo porque no soy chilango

Hubo masacres en  escuelas de Estados Unidos, murieron muchos estudiantes y yo no hice algo porque no estudio en el otro lado
Mataron a los cuarenta y tres estudiantes de Ayotzinapa y yo no hice algo porque no era normalista
Mataron a muchas mujeres en CD. Juárez y yo no hice algo porque no soy policía, ni mujer

Doce millones de africanos cruzaron el Atlántico a Brasil y Centroamérica
Primera Guerra Mundial ocho millones
Segunda Guerra Mundial treinta millones
De la Guerra Civil Española un millón a Francia y América Latina
La Alemania nazi doce millones entre polacos, franceses, belgas y holandeses para trabajos forzados
Judíos de la Unión Soviética, Polonia, Austria y Alemania llegaron a América

Conflictos religiosos obligaron a moverse a diez y seis millones de pakistaníes, indios y musulmanes
Cuatro millones entre las dos coreas
Palestina, Jordania, Siria y Líbano
Millones de italianos, españoles y portugueses a Canadá, Australia, Argentina y Uruguay
Ingleses a Estados Unidos, Las Trece Colonias

La lista es larga: Muchos países donde han obligado a morir o moverse a su gente…

Vamos con las ciudades:
El Chaco, Las Pampas, La Patagonia, Buenos Aires, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Florida, Massachusetts… ciento dos cristianos ingleses llegaron a Plymouth en el barco Mayflower
Los recibió la tribu Wampanoag…
Al año comieron guajolote y dieron gracias por las cosechas y el asilo
Yo, no como pavo ni doy gracias, porque no soy peregrino.

A Tijuana llegaron los haitianos y yo no hice algo porque no  me importaban
A mi frontera llegaron hondureños, nicaragüenses y guatemaltecos.
Donald Trump y tijuanenses llenos de miedo y odio los mataron y yo no hice algo porque no he tenido la necesidad de migrar

Luego, vinieron por mí y todo el mundo estaba muerto entre fronteras, naciones e ignorancia y ya no había alguien que hiciera algo por mí.

domingo, 7 de abril de 2019

Te etiquetan

Te dan un género, un nombre y un apodo.
Te suman el apellido, te peinan, te asignan un color con el que te ves bien. 

Luego de mutilar tu nombre en apodos. 
Te quitan los apellidos que ellos mismos te habían dado 
y le cambian una letra...
Te dejan tu inicial. La pronuncian en inglés. 
Te quitan tu lengua madre.

Dónde vives, por dónde andas y con quién para decirte quién eres.
Qué actos buenos ejecutas para ver si te disfrutan.
Y te llaman bueno porque les sirves, porque sí, les gustas...
 pero solo por un rato, porque solo eres un sujeto a etiquetar. 

Y va a ser que no. 
No te van a querer 
Te van a juzgar por las drogas que te metes.
Las mujeres con las que te comprometes.
Las veces que te equivocaste. 

Te van a apreciar, tal vez, si los entretienes.
Te van a querer, tal vez, si te defiendes. 
Te van a etiquetar: 

Buen novio, buen esposo, buen padre.
Buen partido, buen amante, pasable...

¿Licenciado en qué?
¿Tienes maestría?
¿Trabajas en dónde? 
¿De Izquierda o de Derechas?
¿Con azúcar o sin azúcar?
¿Rubia o morena? Y en eso de la mujer te van a ampliar el dilema, trilema.
Porque tienes que escoger y te dicen como decidiendo por ti: La pelirroja.
Quieren saber por quién te quieres morir para tallártelo el resto de tu zoológica vida. 

Te hacen aceptar que te vas a morir: ¡Todos vamos a morir! ¡A todos nos va a pasar!
Puede ser de viejo cansado o tal vez algún día se lea en el periódico: 
Asesinan al activista,
politiquillo loco,
pedazo de anarquista,
rockero drogadicto,
el vagabundo artista,
líder y poeta,
tremenda la etiqueta.

Te pongas la cara que te pongas... todos nos vamos a morir
El color con el que te tiñes.
El fusil de tu bandera. 
Te van a decir que tienes que luchar por algo, te van a mandar a la guerra, su guerra. 
Y te van a poner un rango
Cuánto ganas
Qué conduces
A quién llevas de la mano. 

Eres un producto
Tienes una marca
En tu cumpleaños está implícita tu fecha de caducidad
Tienes de frente luces neón, cámaras flashes, redes sociales. 

Te viene arrastrando un código de barras de recuerdos que muerden. 
Te crees que tienes tatuajes o que los vas a tener.
Ellos te tienen. 
Te ponen en venta
Tienes un precio, eres un producto. 
Te etiquetan
Te meten en un frasco
Te empaquetan
Te etiquetan.
Te dan una nalgada y vas pa´l mundo. 

jueves, 25 de octubre de 2018

Lo malo de octubre

Lo malo de octubre son las historias;
los silencios muy secos, muy huecos,
porque todo se muere, todo cruje, todo es gris...
Todo es en tonos blanco y negro...
y cuando aparece el naranja rojizo de las tardes,
revivimos lo que por dentro nos arde.

Reverencia obligada,
demencia restaurada.
El viento frío y polvoso,
el andar viejo y andrajoso...

Lo malo de octubre es que hay que cubrirse,
porque pica y quema, seca y truena...

Retumban los ecos calendarios,
los funerales ámbar,
los abismos de luto,
los bosques hondos en el corazón,
los besos nodados...

Lo malo de octubre son las historias;
los silencios muy secos, muy huecos,
porque en octubre todo muerde,
caen las hojas del otoño, crujen y mueren...

Lo malo de octubre es que hay que cubrirse,
porque pica y quema, seca y truena...

Y vamos pidiendo dulces risas
con los cadáveres rodando y el viento no deja paz.
Lo malo de octubre es que también se va y nos deja atrás...
y nos avienta nuevas realidades, universos, contextos, banalidades...
y de nuevo octubre y su otoño lo barren y secan con todo...